Seguro que has escuchado hablar cientos de veces del recurso del Storytelling. Antes de nada, déjame decirte que todas las marcas y empresas tienen detrás una historia que contar, porque detrás de cada una de ellas hay personas, y las personas estamos repletas de experiencias que marcan nuestra personalidad. Por tanto, lo mismo sucede con tu marca o empresa, no nace de la nada, tiene detrás una historia.
¿Quiere saber cómo crear tu propio Storytelling? Si es así, continúa leyendo este post.
Lo primero que debes saber es que todas las historias están formadas por los valores que representan a tu marca. Vamos a hacer un ejercicio práctico para que te sea más fácil identificarlos. Traza una línea temporal en un folio y piensa en todas aquellas cosas que te han dejado huella como persona a lo largo de tu vida, hazte la siguiente pregunta.
Una vez recopiles todo aquello que te ha llevado a ser quien eres COMPÁRTELO con tu entorno, cuenta este primer boceto de lo que será posteriormente tu historia. Pregúntale a cada una de las personas con las que has compartido tu historia, ¿Qué es lo que más le ha gustado? ¿Qué le ha llamado más la atención? ¿Con qué aspectos de ella se ha sentido más identificado? Ahora, vuelve a reescribir tu historia basándote en todo aquello que ha conectado con estas personas, porque esos serán los valores de tu marca y deberás trabajarlos para que sean unos pilares sólidos en los que se basará la historia de tu marca.
Todas las historias parten de un estado de equilibrio (entorno, familia, trabajo…), y están formadas por los valores que representan a tu marca. Pero llega un día en el que de repente comienzan a suceder una serie de pequeños acontecimientos que hacen que la situación ya no sea de equilibrio; pequeños problemas, incidentes, factores que puede que estén fuera de tu zona de influencia y sobre los que no tengas ningún poder.
Cuando esto sucede, aparece la inestabilidad, las dudas, las ganas de cambiar la situación actual y recuperar el anhelado equilibrio.
Bien, identifica cuáles han sido esos pequeños acontecimientos y qué te ha llevado a esta situación.
El patrón más utilizado en el Storytelling es «El viaje del héroe». Tú eres el principal protagonista de tu historia, eres el héroe. Pero no siempre el héroe sabe cómo superar los acontecimientos que van irrumpiendo en su historia. Por eso, hay un momento en el que aparece el detonante ideal que te invitará a tomar acción. Hay cientos de detonantes, haz un ejercicio de reflexión y piensa cuál fue el tuyo (una llamada de teléfono, una conversación con un familiar, un amigo, un socio, una enfermedad en alguien cercano, un premio o distinción, una situación de quiebra empresarial, resultados inesperados….. así podría continuar muchas más líneas).
Ese detonante te llevará como héroe a tomar acción, resolviendo el problema o los problemas actuales y volviendo a encontrar el equilibrio, la nueva normalidad.
En tu historia no pueden faltar los elementos básicos de un buen Storytelling. ¿Sabes cuáles son?
Identificación. Cuando tu audiencia se siente identificada con aspectos de tu historia, generas empatía, conectas, y querrán saber más de ti.
Originalidad. Todos somos únicos como nuestra huella dactilar o el ADN, por lo que tu historia también debe tener elementos diferenciadores que la hagan única.
Humor. El humor es un gran vehículo de comunicación. Si eres capaz de implementar el humor en tu historia, promoverás que sea compartido, que sea contado a otros. ¿Quién no ha compartido algún vídeo, post, meme… que le resultó gracioso?
Emoción. Las personas nos movemos principalmente por emociones, somos generadores y receptores de emociones. Tu historia también debe emocionar para enganchar.
Con todos estos elementos generarás engagement y podrás crear un auténtico Storytelling digno de ser compartido.
Te invito a visitar esta presentación creada en Canva, donde podrás ver algunas de las aplicaciones que tiene el Storytelling.
